Fuente: elpais.com
Las comunidades autónomas están saneando sus cuentas a marchas forzadas. Ya no son aquellas administraciones manirrotas que acumulaban déficits insoportables al principio de la crisis. Ahora son las que menos tiempo tardan en pagar sus facturas. La morosidad regional está en mínimos históricos. Han reducido a la mitad el periodo de pago de sus facturas con proveedores. Detrás de este gran ajuste se esconden los recortes acometidos durante la crisis y la sustancial mejora de los recursos procedentes del sistema de financiación.
El periodo medio de pago de las comunidades bajó a 21,51 días en junio, según los datos suministrados ayer por el Ministerio de Hacienda. Las autonomías han rebajado a la mitad el tiempo que tardan en pagar a sus proveedores desde septiembre de 2014, cuando destinaron 42,89 días en liquidar sus deudas comerciales. Tardan tres veces menos que en el máximo, alcanzado en noviembre de 2015, cuando necesitaron 61,62 días en abonar sus facturas.
La morosidad registrada por las comunidades el pasado junio es la menor de la serie histórica que arranca en el tercer trimestre de 2014 y, probablemente, la más baja desde el inicio de la crisis.
La mejoría es notable. El saneamiento de las cuentas de las comunidades autónomas ha sido determinante. Al igual que la mejora de los recursos procedentes del sistema de financiación. Las autonomías reciben más dinero cada año del sistema que comienza a desplegar sus efectos tras años encogido por la crisis. Pero si hay un elemento decisivo ha sido el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), los créditos con condiciones ventajosas que ofrece el Estado a las autonomías para que paguen sus facturas y los vencimientos de deuda. El ministerio, además, aprobó una exigente normativa que prevé medidas coercitivas para aquellas administraciones que superen reiteradamente los plazos legales de morosidad.
Estos préstamos les han permitido reducir la deuda comercial pendiente al mínimo, unos 6.651 millones. Esta deuda con proveedores, además, se ha originado durante este mismo ejercicio. Atrás quedan los tiempos, en los peores años de la crisis, en que las comunidades arrastraban una pesada losa de facturas recibidas con uno y dos años de antigüedad. Dos de cada tres euros de esa deuda pendiente se deben al gasto sanitario, según las cifras recopiladas por Hacienda.
«Los datos muestran que la evolución es positiva», explica Antoni Cañete, presidente de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMCM). «Sobre todo si se comparan con los 166 días de media que se tardaban en pagar a los proveedores en 2009», añade. Pero este experto recuerda que todavía están lejos de la norma legal. «Aun sobrepasan el tiempo máximo de 30 días, que es lo marca la ley para pagar las facturas».
Retraso de los municipios
Cañete se muestra satisfecho con la bajada de la morosidad de las comunidades, pero pide que continúen reduciéndola. Y señala a los Ayuntamientos. Las administraciones locales tardan 58,85 días en pagar a sus proveedores. «Aunque los grandes consistorios han mejorado mucho su gestión hay algunos que todavía hacen trampas», relata Cañete. Algunos municipios retrasan hasta la extenuación las certificaciones de obras o servicios y hasta entonces no autorizan los pagos, precisa el presidente de la PMCM.
Un escrutinio a la estadística de Hacienda muestra que Os Blancos, un pequeño municipio de Orense, es el que más tarda en pagar sus deudas comerciales: nada menos que 1.232 días. La mancomunidad gaditana La Janda, no le va a la zaga: tarda 951 días de media en pagar sus facturas. 590 ayuntamientos pagan a la vista o en menos de una semana, según datos de Hacienda.