La normativa vigente en materia de derechos fundamentales estable que todos los ciudadanos tienen el derecho a que sus datos no sean utilizados por parte de terceros sin la autorización debida. Es por ello que todas las empresas y profesionales están obligados a adaptarse a la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), independientemente del tamaño de la empresa y de si los ficheros están automatizados o no.
El objeto de la LOPD es garantizar y proteger las libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas físicas, en especial, su honor e intimidad personal y familiar en lo concerniente al tratamiento de datos personales.